Durante mi primer viaje a París, además de visitar muchos y hermosos rincones, parques, jardines, palacios, comercios y diversos sitios de interés turísticos, gastronómicos y culturales, uno de los sitios en los que mejor me encontraba era en sus iglesias.

Estas iglesias, de diferentes estilos arquitectónicos guardan en su interior, además de la cercanía a Nuestro Señor, cantidad de obras de arte. Aquél a quien le guste el arte, además de visitar los mejores museos de Europa, debe de perderse en estas Iglesias, nunca se arrepentirá.

Yo lo hice, en realidad siempre que voy a una ciudad, guardo un poco de mi tiempo para visitar las Iglesias, el arte sacro que hay en ellas, es digno de contemplar y si se puede plasmarlo en imágenes para luego deleitarse y adquirir o asentar mejor nuestros conocimientos culturales.

Siempre ha sido respetuoso en estos sitios, no por ser cristiano, sino porque intento que mis visitas a estas Iglesias no sean notorias, ante todo siempre pregunto si dejan hacer fotografías y después de disfrutar contemplando la cultura que hay en ellas, intento traerme imágenes, de estos lugares que a veces se nos pasan desapercibidos.

Mi recomendación a todos, es que cuando visiten una ciudad, dediquen un poco de tiempo a visitar estos templos de la religión y de la cultura.

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© JOSÉ JAVIER SOTO REOLA